SUCRALOSA (SPLENDA): CONFIRMACIÓN DE DAÑOS A LA SALUD
Mi
relación con la sucralosa (comercializada como Splenda) comenzó en el año 2009.
La promocionaban como el edulcorante ideal: “sabe a azúcar porque deriva del
azúcar”; en una velada sugestión de que era “sana”. Curiosa como soy, quise ver cómo era esa
molécula que nos vendían como el edulcorante “perfecto”. Apenas la ví escribí mi primer artículo sobre
ella: UNA SPLENDA
NO TAN ESPLENDIDA. Pueden revisarlo en: http://naturopatiaysalud.blogspot.com/2009/03/una-splenda-no-tan-esplendida.html
Mis temores se
acentuaron cuando me enteré como fue la historia de su descubrimiento y surgió
mi segundo artículo: SUCRALOSA (SPLENDA) : LA AMARGA HISTORIA DE UN EDULCORANTE,
este pueden revisarlo en: http://naturopatiaysalud.blogspot.com/2010/05/sucralosa-splenda-la-amarga-historia-de.html
Hoy en día, 6
años después, las investigaciones
clínicas confirmaron mis temores. No sólo no es adecuada para el control de la
glicemia en diabéticos, ni para controlar la obesidad, sino que por el
contrario, su uso acentúa estos problemas de salud. Además tiene serios efectos secundarios, entre los
que podemos mencionar problemas gastrointestinales derivados de cambios en la
flora intestinal, convulsiones, mareos, migrañas, visión borrosa, reacciones
alérgicas, aumento de azúcar en la sangre y del peso corporal (¿entonces?).
Y lo peor de todo: se ha constatado su toxicidad, daño al ADN y alto potencial carcinogénico
cuando se usa para cocinar. Ya en el 2009 me preocupaba su uso intensivo para
preparar postres cocidos. Ahora se sabe que no es una sustancia estable a los
cambios de temperaturas y que cuando se calienta libera dioxinas. Cuando se cocina en utensilios
de acero inoxidable, además de las dioxinas se liberan dibenzofuranos
policlorados (DBFP) ambos
tipos de sustancias son altamente tóxicas.
Por otra parte
se ha encontrado que su uso en ratones de laboratorio les aumenta el riesgo de
leucemia.
Y no basta con
dejar de consumirla. Sus efectos adversos sobre la flora intestinal se
mantienen después de un período de recuperación de tres meses. Es probable que esto
se deba a que se bioacumula en la grasa corporal.
Mi recomendación
es que todos dejen de consumirla, especialmente aquellas personas que presenten
algunos de los siguientes síntomas posteriores a su ingesta:
En la Piel: Enrojecimiento, picazón, hinchazón, ampollas,
secreción, costras, erupciones o urticaria (ronchas o comezón).
En los pulmones: sibilancia, opresión, tos o dificultad para
respirar.
En la cabeza: Hinchazón de
la cara, parpados, labios, lengua o garganta, dolores de cabeza y migrañas
(dolor de cabeza severo)
En la nariz: Congestión
nasal, rinorrea (secreción transparente y delgada), estornudos
En los ojos: Enrojecimiento
(derrame) o lagrimeo
En el estómago:
Hinchazón, gases, nauseas, vómito, diarrea,
diarrea con sangre
En el corazón: Palpitaciones, taquicardia
En las articulaciones: Dolor en las articulaciones
Síntomas Neurológicos: Ansiedad, mareos
Si usted
necesita un edulcorante para sustituir el azúcar, es preferible que se
acostumbre a los sabores naturales de los alimentos o utilice edulcorantes
naturales como la estevia. TODOS los edulcorantes artificiales son
dañinos para la salud. Y otra cosa, cuidado con la fructosa. Sobre ésta pueden revisar
mi artículo: “QUIERE
ADELGAZAR O ES DIABÉTICO: OJO CON LA FRUCTOSA, LUZ VERDE AL ACEITE DE COCO”
en: http://naturopatiaysalud.blogspot.com/2010/01/quiere-adelgazar-o-es-diabetico-ojo-con.html
Si quieren más
información sobre efectos dañinos de la sucralosa pueden revisar: http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/10937404.2013.842523?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%3dpubmed#.U3D0x3YSbU1
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