No siempre podemos
identificar las toxinas que deterioran nuestra salud. Existen algunas a las que
somos totalmente insensibles y que no podemos percibir con ninguno de nuestros
5 sentidos: vista, oído, tacto, olfato y gusto. Por ejemplo, los campos
electromagnéticos.
Los Campos Electromagnéticos
(CEM) son una combinación de ondas eléctricas y magnéticas que se desplazan
simultáneamente y se propagan a la velocidad de la luz.
En el medio en que vivimos,
hay campos electromagnéticos por todas partes, pero son invisibles para el ojo
humano. Estamos rodeados por ellos. Y de hecho, además,
nosotros mismos somos seres electromagnéticos y no lo sabemos.
Nuestro planeta Tierra posee
un potente campo electromagnético que provoca la orientación de las agujas de
las brújulas y los compases en dirección Norte-Sur y los pájaros y los peces lo
utilizan para orientarse en sus recorridos.
Además de las fuentes
naturales, en el espectro electromagnético hay también fuentes generadas por los
seres humanos, por ejemplo los rayos X que se utilizan para diagnosticar las
fracturas.
La electricidad que se suministra en cualquier toma corriente en tu
casa o lugar de trabajo lleva asociados campos electromagnéticos de frecuencia
baja. Además, se utilizan diversos tipos
de ondas de radio de frecuencia más alta para transmitir información, ya sea
por medio de antenas de televisión, estaciones de radio o estaciones base de
telefonía móvil.
Estos avances tecnológicos
han logrado llevar a la humanidad a un alto grado de desarrollo tecnológico
pero existe preocupación por parte de algunos científicos e investigadores
sobre las consecuencias para la salud a largo plazo.
Especialmente durante los
últimos años se han planteado muchas dudas con relación a los efectos sobre la
salud de numerosas fuentes de campos electromagnéticos, como por ejemplo las
líneas o cables de conducción eléctrica,
los hornos de microondas, las pantallas de computadora y de televisión, los
dispositivos de seguridad, los radares y, más recientemente, los teléfonos
celulares o móviles y sus estaciones
base o antenas repetidoras.
A
frecuencias bajas, los campos eléctricos y magnéticos exteriores a nuestro
cuerpo inducen pequeñas corrientes circulantes en el interior de nuestro
organismo.
Se dice que en
prácticamente todos los medios normales, las corrientes inducidas en el
interior del organismo son demasiado pequeñas para producir efectos
manifiestos.
¿O no?
Hasta los
momentos los organismos internacionales de salud establecen que no hay
resultados que demuestren de manera categórica que sean dañinos para la salud.
Sin embargo,
cada día hay más y más investigadores que solicitan que se investiguen las
posibles relaciones entre el cáncer y los campos electromagnéticos a
frecuencias de radio y de red eléctrica.
La cantidad de artículos de investigación
científica sobre los efectos negativos para la salud de la exposición a campos
electromagnéticos crece cada año.
Por ejemplo se sabe ya que alteran los
canales de calcio dentro de la célula, alteran las porfirinas y representan un
riesgo a la salud por el aumento del estrés oxidativo.
Todas estas investigaciones resaltan el hecho
de que los campos electromagnéticos interfieren con nuestros sistemas
biológicos a nivel celular.
Los
síntomas asociados a la exposición a elevados campos electromagnéticos
artificiales son:
fatiga,
depresión,
problemas para dormir,
ansiedad,
aumento de peso,
problemas de tiroides,
problemas de presión arterial,
problemas de frecuencia cardíaca,
problemas de fertilidad,
dolores de cabeza,
mareos,
náuseas...
La lista continúa... todos éstos se
han relacionado con la radiación electromagnética emitida por dispositivos
tecnológicos, como teléfonos móviles o celulares, computadoras y tecnología
inteligente.
Se define como sensibilidad electromagnética
a esta sintomatología que aumenta con la exposición a campos
electromagnéticos y disminuye cuando las personas se alejan de éstos.
Y qué podemos hacer?
Mucho. En primer lugar, disminuir el uso de aparatos
electromagnéticos, especialmente de noche.
¿Eres una de esas personas
que dejan cargando el celular en su mesita de noche, dejan encendido el wifi
todo el día y toda la noche, tienen un
televisor y/o una computadora en su habitación y quizás también
tiene un radio-reloj despertador cerca de la cama? Pues comienza a cambiar de
hábitos.
Usemos los celulares tan sólo para lo
imprescindible. No son equipos para mantener largas conversaciones. No le
entreguemos estos equipos a los niños, ya que ellos son los más
susceptibles.
No los dejemos cargando cerca de nuestra
cama cuando nos acostamos. Apaguemos y de ser posible, desenchufemos todos
aquellos electrodomésticos que no estemos usando.
Y mantengámonos alejados de las áreas de
mayor riesgo electromagnético como las torres de alta tensión, los
condensadores, transformadores y las antenas repetidoras.
En segundo lugar, hagamos tierra. Aterrarse,
earthing o grounding. Como lo quieras llamar. Hacer contacto directo con la tierra, como cuando caminamos descalzos en suelos de tierra, grama, arena, cemento,
granito, etc., y que no sean de materiales aislantes como madera o derivados
del plástico.
¿Desde cuándo no caminas descalzo? Conozco personas que no lo
hacen desde que eran niños. Y aunque salimos a disfrutar de la naturaleza,
vamos al parque, a la montaña, etc., en realidad no nos conectamos con ella.
Vivimos aislados (eléctricamente hablando) por medio de las suelas de nuestro
calzado y la ropa que usamos.
Cuando llegues a tu casa, si el clima lo permite, camina sin
zapatos al menos durante una hora todos los días.
Si visitas un parque, un bosque o simplemente un jardín abraza un árbol. Es una hermosa forma
de hacer contacto con la Tierra.
Si vas a la playa camina sin zapatos sobre la arena húmeda,
preferiblemente que las olas mojen tus pies. Esta es la forma más rápida y efectiva
de aterramiento.
En tercer lugar, cuida lo que comes. Una alimentación plena de vegetales y frutas está cargada de
antioxidantes, vitaminas y minerales que contribuyen a restaurar el equilibrio
perdido por la influencia de los campos electromagnéticos sobre nuestro
organismo. Particularmente recomiendo el consumo de té verde y de kombucha. Abajo les paso bibliografía.
En cuarto lugar, hidrátate adecuadamente. Imprescidible para un
óptimo funcionamiento de todos los órganos y sistemas de nuestro organismo.
En quinto lugar, desintoxícate. Dedica tiempo y atención a
reactivar esos tan ignorados órganos emuntorios que son los que llevan a cabo
la tarea de sacar de tu cuerpo todas las sustancias que no puede metabolizar y
que pueden hacerle daño.
En sexto lugar, usa dispositivos de protección que ya están la venta en países como Estados Unidos o en
Europa. Por ejemplo mantas y camas con conexión a tierra.
Existe una piedra llamada shunguita
que es un mineral excepcional ya que su composición es
única en la tierra. Sólo se encuentra en la región rusa de Karelia. Se está
estudiando para utilizarlo en nanotecnología y en la lucha contra el cáncer. Se
dice que esta piedra absorbe y elimina
lo que resulta nocivo para las personas y los seres vivos, en especial la
energía electromagnética.
Espero que tomes en cuenta todo ésto y que no sea tan solo una
lectura interesante que se olvida pronto.
Cuídate
ahora, no esperes…
Si necesitas atención personalizada para promover tu salud,
puedes comunicarte conmigo a mi correo ereboll@gmail.com
Y para
los curiosos, aquí alguna bibliografía que respalda lo que dije:
Kıvrak, E. G., Yurt, K. K., Kaplan, A. A., Alkan, I.,
& Altun, G. (2017). Effects of electromagnetic fields exposure on the
antioxidant defense system. Journal of microscopy and ultrastructure, 5(4),
167-176.
Çetin, H., Nazıroğlu, M., Çelik, Ö., Yüksel, M.,
Pastacı, N., & Özkaya, M. O. (2014). Liver antioxidant stores protect the
brain from electromagnetic radiation (900 and 1800 MHz)-induced oxidative
stress in rats during pregnancy and the development of offspring. The
Journal of Maternal-Fetal & Neonatal Medicine, 27(18),
1915-1921
Zhang, Y., Zhang, D., Zhu, B., Zhang, H., Sun, Y.,
& Sun, C. (2016). Effects of dietary green tea polyphenol supplementation
on the health of workers exposed to high-voltage power lines. Environmental
Toxicology and Pharmacology, 46, 183-187.
Gharib, O. A. (2014). Effect of kombucha on some trace
element levels in different organs of electromagnetic field exposed rats. Journal
of Radiation Research and Applied Sciences, 7(1), 18-22.
Skrypnik, L., Babich, O., Sukhikh, S., Shishko, O.,
Ivanova, S., Mozhei, O., ... & Nikonov, I. (2021). A Study of the
Antioxidant, Cytotoxic Activity and Adsorption Properties of Karelian Shungite
by Physicochemical Methods. Antioxidants, 10(7),
1121.