domingo, 11 de octubre de 2020

Oxidación y enfermedad cardiometabólica: Cómo proteger tus arterias y prevenir enfermedades del corazón

 Escrito por: Mikel Garcìa Iturrioz


Es probable que alguna vez hayas escuchado la comparación entre la enfermedad cardíaca y una tubería obstruida. Durante años se ha dicho que “cuanta más grasa ingieras, más se pegará a tus arterias creando una placa adhesiva”.

 Se trata de una historia excesivamente simplificada, popularizada por la locura baja en grasa durante los años 80 y 90. Desde entonces, la evidencia clínica ha demostrado que la inflamación no controlada y el estrés oxidativo están relacionados con la progresión temprana de muchas enfermedades cardiovasculares y metabólicas. Entre ellas encontramos algunas cada vez más comunes como la diabetes tipo 2, la hipertensión y la aterosclerosis, también conocida bajo el nombre de “enfermedad cardiometabólica”.

 

Apuntes sobre la oxidación

El estrés oxidativo no controlado es perjudicial para la salud, pero esto no quiere decir que toda la oxidación tenga que ser perjudicial. En la cantidad correcta, los radicales libres, llamados especies reactivas de oxígeno (ERO), realmente ayudan al organismo a funcionar correctamente, ya que actúan como moléculas de señalización. Por lo tanto, debes saber que estos oxidantes pueden ser dañinos especialmente cuando el sistema de defensa antioxidante natural de tu cuerpo no puede mantener el ritmo.

A rasgos generales, cuando pretendes tratar la enfermedad metabólica, lo primero en lo que se pone el foco es en el riesgo cardiovascular, mediante múltiples medicamentos. Estos sirven normalmente para controlar la presión arterial, la glucosa en sangre, el colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C), el colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C) y el colesterol total.

 Algunos de los medicamentos recetados son necesarios para ciertos pacientes, pero este enfoque no ha tenido éxito a la hora de desacelerar el síndrome metabólico (MET) y la epidemia de obesidad en general. Dada la relación entre la oxidación no controlada y la enfermedad metabólica, las estrategias destinadas a mejorar el metabolismo oxidativo se están vinculando cada vez más a métodos alternativos a las terapias tradicionales.

 

El endotelio y la disfunción vascular oxidativa

El endotelio es el revestimiento de vasos sanguíneos de una célula de espesor que actúa como una interfaz para la sangre y el resto del organismo. Además, el endotelio se considera uno de los sistemas de órganos más grandes de nuestro cuerpo, manteniendo el tono vascular a través de una variedad de mecanismos complejos, incluida la producción de óxido nítrico (ON). Reconocida como una de las moléculas más importantes para la salud vascular, el ON es la molécula principal que causa la relajación vascular, con propiedades protectoras en forma de antioxidante.

 La disfunción endotelial (DE), ahora vista como el primer evento de enfermedades cardiometabólicas, ocurre cuando los niveles de ON caen hasta el punto en que el cuerpo no puede dilatar adecuadamente los vasos sanguíneos, esto provoca el aumento de la presión arterial.

 En este sentido, las partículas de LDL en el torrente sanguíneo también son vulnerables al daño oxidativo, convirtiéndose en LDL oxidada (oxLDL). Esto hace que se depositen en la pared de las arterias y formen rayas y placas grasas. Las altas cantidades de azúcar en la sangre reaccionan con proteínas y lípidos para formar productos finales de glicación (AGE) avanzados, que aumentan la producción de ERO y el daño tisular. Se suelen asociar con diabetes y muchas enfermedades relacionadas con la edad.

 

Alimentos apropiados

 Podemos conocer una larga lista de medicamentos o suplementos nutricionales que puedan beneficiar nuestra salud, pero realmente, la forma más poderosa de equilibrar la inflamación y el estrés oxidativo es a través de los alimentos. Uno de los patrones dietéticos más investigados es la dieta mediterránea, recomendada normalmente para la salud cardiovascular.

 Es importante ingerir alimentos con una alta concentración de antioxidantes y polifenoles. De hecho, los ensayos clínicos muestran que la dieta mediterránea es capaz de aumentar los niveles de antioxidantes en pacientes con alto riesgo cardiovascular. Asimismo, es útil para reducir significativamente el riesgo de ataque cardíaco o derrame cerebral, tal y como se ha comprobado en un estudio comparado con una dieta baja en grasas.

 

Suplementos para problemas del corazón y oxidación

 Varios alimentos que se encuentran en la dieta mediterránea han mostrado mejoras en muchos factores de riesgo cardiometabólico. Esto ha llevado científicos a extraer y concentrar estas moléculas promotoras de la salud en suplementos investigados y estandarizados. Sin ir más lejos, los siguientes cuatro complementos alimenticios pueden ayudar a proteger tu endotelio, apoyar el sistema de defensa antioxidante y/o equilibrar el metabolismo oxidativo:

 

1. Bergamota

Los cítricos son muy ricos en vitamina C antioxidante, pero también contienen numerosos polifenoles que tienen varios mecanismos beneficiosos para la enfermedad cardiometabólica. Los flavonoides cítricos poseen capacidades antiinflamatorias y antioxidantes, además de mejorar la tolerancia a la glucosa y la sensibilidad a la insulina.

 Una fruta cítrica mediterránea, conocida como bergamota, tiene un espectro único de polifenoles que no solo reducen la inflamación y el estrés oxidativo, también hacen que disminuya la producción de colesterol sin efectos secundarios. Los ensayos clínicos en humanos que usan extracto de bergamota muestran mejoras significativas en los niveles de lípidos y glucosa, lo que hace que el extracto de bergamota sea un poderoso suplemento para la salud cardiometabólica en general.

 2. Pino marítimo francés

Durante una expedición marítima francesa en el siglo XVI, se utilizó la corteza de pino como té para prevenir el escorbuto. Desde entonces, se ha demostrado que el extracto de corteza marítima francesa contiene vitamina C, pero también incluye potentes polifenoles bioactivos llamados procianidinas oligoméricas con una fuerte actividad antioxidante.

La investigación clínica muestra que este extracto mejora muchos aspectos de la salud cardiometabólica y vascular. Entre sus beneficios también se encuentra la disminución de la presión arterial y la reducción de los niveles de oxLDL, así como el aumento de HDL o colesterol “bueno”.

 3. Granada

Se ha usado tradicionalmente como como símbolo de fertilidad. Las granadas poseen propiedades promotoras de la salud, están repletas de potentes polifenoles antioxidantes (punicalaginas). Además, el extracto de granada se ha estudiado clínicamente para mejorar la presión arterial y los niveles de colesterol, así como mejorar la función endotelial.

4. Aceitunas

Es uno de los elementos básicos de la dieta mediterránea. Las aceitunas y el aceite de oliva han sido investigados por su papel en los efectos beneficiosos de la dieta. Cabe destacar que el aceite de oliva es una rica fuente de ácidos grasos monoinsaturados saludables, contiene polifenoles beneficiosos que se ha demostrado que benefician muchos aspectos de la salud general. Esto se debe a sus actividades antioxidantes y antiinflamatorias.

Debido a la baja concentración de polifenoles que se encuentran en muchos aceites de oliva, se desarrollaron extractos de oliva estandarizados. Los ensayos clínicos que examinan el extracto de oliva estandarizado han mostrado reducciones en los marcadores de estrés oxidativo, inflamación y aumentos en la función endotelial.

 

Conclusión

 Cabe destacar que la base para abordar cualquier enfermedad metabólica es una dieta saludable, buenas prácticas de estilo de vida y ejercicio físico regular. Asimismo, los alimentos y suplementos ricos en polifenoles están surgiendo como herramientas poderosas para equilibrar la oxidación y apoyar la salud cardiometabólica. Consulta con tu profesional de la salud las opciones que mejor se adaptan a tus necesidades, ¡y comienza un nuevo plan de tratamiento!

 

Referencias

 

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