sábado, 24 de diciembre de 2022

LA MANERA MÁS FÁCIL Y ECONÓMICA DE MEJORAR TU SALUD

 

 


Mucha gente cree, erróneamente, que para estar saludables tan sólo hay que tener suficiente dinero para comprar medicamentos.

Otros, un poco mejor informados, creen que además de los medicamentos deben consumir una mejor alimentación. Vamos mejorando.

Los que se preocupan un poco más por su salud y buscan información, ya saben que, es el estilo de vida lo que determina cómo te sientes: alimentación, ejercicio, vida social, control del estrés, etc.

Pero lo que muchos ignoran, a pesar de que es hoy en día un lugar común, es que tan sólo con hidratarse bien mejorarían muchísimas dolencias.

Y es que, todos lo repetimos: hay que tomar suficiente agua para estar sanos. Pero, en verdad, quiénes lo hacen?  Y además, cuánta agua hay que tomar?

Vamos a ver

Nadie puede negar que el agua es imprescindible para la vida. El organismo la utiliza como componente estructural (huesos, órganos, músculos, sangre, linfa, etc.). Sirve para el transporte de nutrientes y desechos, regula la temperatura y permite el funcionamiento de las células.
 
El equilibrio del agua en el cuerpo (lo que entra y lo que sale) es tan importante que se regula para que las pérdidas que se producen sean compensadas. Es lo que se conoce como balance hídrico corporal. Debe existir un equilibrio entre las entradas y las salidas de agua del cuerpo.
 
El agua del cuerpo tiene dos fuentes: una exógena, proveniente de líquidos y alimentos que consumimos (que es la principal fuente) y otra endógena, proveniente de la oxidación de los alimentos. 
 
Por otra parte, la pérdida de agua del organismo se produce por cuatro vías: la piel, los pulmones, el sistema digestivo y los riñones.
 
Se ha calculado que la pérdida total de un adulto en 24 horas, en un clima templado, con una actividad física media fluctúa entre 1 a 3,5 litros de agua. Cantidad que debe ser compensada con una ingesta similar, para mantener el equilibrio hídrico corporal.
 
La cantidad necesaria de agua que debe ser ingerida por una persona fue analizada en el estudio NHANES III (1988-1994) realizado en Norteamérica, usando datos de más de 40.000 personas. Se llegó a la conclusión de que los requerimientos hídricos de la población se podían estratificar de  acuerdo al sexo y a la edad de la siguiente manera:

"Ingesta Diaria Adecuada de Agua " (incluye bebidas y agua)

Sexo
Rango Edad
Ingesta Total Agua *
Ingesta de líquidos **
Ambos
0-6 meses
3 vasos (0,7 l)

Ambos
7-12 meses
3,5 vasos (0,8 l)
3 vasos (0,7 l)
Ambos
1-3 años
5,5  vasos (1,3 l)
4 vasos (0,9 l)
Ambos
4-8 años
7,5 vasos (1,7 l)
5 vasos (1,2 l)
Hombres
9-13 años
10,5 vasos (2,4 l)
8 vasos (1,8 l)
Mujeres
9-13 años
9 vasos (2,1 l)
7 vasos (1,6 l)
Hombres
14-18 años
14 vasos (3,3 l)
11 vasos (2,6 l)
Mujeres
14-18 años
10 vasos (2,3 l)
8 vasos (1,8 l)
Hombres
19-70 años
16 vasos (3,7 l)
13 vasos (3,0 l)
Mujeres
19-70 años
11,5 vasos (2,7 l)
9 vasos (2,2 l)

l: litros; 1 vaso : 240 ml
* Agua total: incluye líquidos  tanto de alimentos, como de bebidas consumidas
** Ingesta líquidos: agua más cualquier otra bebida

Por supuesto hay variaciones dependiendo del clima, el estado de salud, la ocupación, etc. En el caso de los atletas, por ejemplo, durante un maratón, sudan mucho y deben reponer el líquido perdido. Pero es muy importante que repongan también las sales minerales que pierden a través del sudor para no descompensarse. Por eso los atletas toman bebidas isótónicas, ya que lo que los descompensa es la falta de  sales minerales, no el "exceso" de agua.
 
Otra manera de calcular la cantidad de agua que debe tomar cada quien es dividir el peso en kilos entre 7. Es mi favorita. Excepto en el caso de pacientes renales, quienes deben seguir las recomendaciones de su médico tratante.

Tomar como criterio la sed no es una buena idea. Cuando estamos deshidratados crónicamente, se nos atrofia el mecanismo homeostático que reside en la hipófisis y que regula la sed para compensar el agua perdida. 
 
Este deterioro se dá espontáneamente a medida que envejecemos. Por ello es tan fácil que los ancianos se deshidraten sin darse cuenta, como bien lo saben los geriatras. 
 
La deshidratación crónica es silenciosa. No la notamos en la boca. Pero el cuerpo sí avisa. Y de que manera.  Por eso el Dr. F. Batmanghelidj en su libro "Tu cuerpo llora mucho por el agua" dice: 

“It Is Chronic Unintentional Dehydration
That Causes Pain and Disease,
Including Cancer In The Body.
This information had been methodically
and fraudulently concealed until now”.


"Es la Deshidratación Crónica no Intencionada
la que causa el dolor y la enfermedad,
incluyendo el Cáncer en el Cuerpo.
Esta información ha sido ocultada
metódica y fraudulentamente hasta ahora"
.

                                                       Dr. F. Batmanghelidj, M.D.


La terapia del Dr. Batmanghelidj incluye la rehidratación y el uso de pequeñas cantidades de sal marina (no refinada) para evitar descompensaciones. De acuerdo con él "El agua regula todas las funciones de nuestro organismo e influye en la actividad de todos los elementos que disuelve y conduce".
 
Donde los otros médicos ven cuerpos enfermos el Dr. Batmanghelidj ve cuerpos sedientos.
 
La relación de la deshidratación con las enfermedades es amplia. Para empezar influye negativamente en las funciones cognitivas. Si queremos pensar bien, debemos estar adecuadamente hidratados. También influye sobre el control motor y la resistencia física. De manera que si deseamos evitar la fatiga física y mental debemos comenzar por  tomar una cantidad adecuada de líquidos.
 
Innumerables enfermedades crónicas tienen su origen en la falta de agua. Muchas migrañas se pueden corregir con tan solo tomar 2 vasos de agua y reposar por media hora. La hipertensión, en muchos casos, no es más que deshidratación crónica.
 
Si no tomamos la cantidad de agua que nuestro cuerpo necesita no podemos tener una buena digestión, nuestras articulaciones no van a estar bien lubricadas y nos haremos propensos a la artritis y a la artrosis. 
 
Otras dolencias relacionadas con la deshidratación crónica son las alergias, el asma, las malas digestiones, colitis, estreñimiento, dolor de espalda, especialmente la lumbalgia, depresión, fatiga crónica, esclerosis múltiple y muchas otras.

¿Cómo podemos saber si estamos deshidratados? Observemos nuestra orina: si está amarilla, estamos deshidratados. La orina debe ser solo muy ligeramente amarilla o incolora.

Ahora bien, tampoco es bueno exagerar. Hubo un caso de una inglesa que tomó cuatro litros de agua en dos horas porque quería adelgazar. Su cuerpo no soportó tal agresión y murió. En este caso se puede hablar de intoxicación por agua. Pero fueron cuatro litros en tan solo dos horas. 
 
Las recomendaciones que se hacen en la tabla descrita anteriormente se basan en un consumo promedio a lo largo de 24 horas; durante todo un día. Igualmente si se calcula en base a dividir el peso en kilos entre 7.
 
Por otra parte, existen condiciones de salud, por ejemplo la insuficiencia renal, en la cual la cantidad de agua que debe beber una persona está limitada. En ese caso, (y en todos aquellos que lo ameriten), por supuesto, hay que seguir las recomendaciones del médico tratante.
 
Para personas que no tengan estas limitaciones creo que si tomamos la cantidad de agua que requerimos diariamente (que no tiene porque ser agua embotellada), no nos enfermaríamos tanto y estaríamos más sanos y con mayor vitalidad.

No hay excusas: es gratis o muy barato y, excepto en regiones desérticas, es abundante.

Y no olvidemos que:

"El principio de todo lo que existe es el agua"
Tales de Mileto


Si necesitas asesoría para mejorar tu salud de manera natural puedes contactarme enviándome un email a ereboll@gmail.com o a través de Facebook

2 comentarios:

  1. Gracias Eugenia, fantástica información

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  2. Muchas gracias señora Eugenia, importantísima está información, Dios la siga bendiciendo, Feliz Navidad!!!

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