jueves, 21 de enero de 2010

QUIERE ADELGAZAR O ES DIABÉTICO: OJO CON LA FRUCTOSA, LUZ VERDE AL ACEITE DE COCO


De un tiempo para acá, se está recomendando la fructosa en sustitución del azúcar de caña para los diabéticos. Se presumía que como no sube tanto la glicemia sanguínea, debía ser buena. Pero… ojo, recientes estudios publicados en el JOURNAL OF CLINICAL INVESTIGATION han encontrado que provoca, dislipidemia (colesterol elevado y desbalanceado), resistencia a la insulina y acumulación de grasa en la cintura (obesidad), en individuos con sobrepeso. Justamente lo contrario de lo que se estaba buscando.
Por lo tanto NO es recomendable su uso, ni para diabéticos ni para personas con sobrepeso.
Hay que aclarar, que se refieren a la fructosa industrial. La que se comercializa casi pura. No sucede lo mismo con la fructosa proveniente del consumo de frutas frescas. En la fruta, la concentración de fructosa es baja y se ve compensada por la gran cantidad de fibra presente en ésta, que enlentece su asimilación.

Es importante que los diabéticos y los obesos entiendan, que es necesario un cambio de hábitos alimenticios para controlar sus problemas de salud. No es sólo sustituir un edulcorante por otro, aunque sea natural. Y ni se diga si son artificiales.
El único edulcorante natural inocuo, encontrado hasta ahora es la estevia (para más detalles ver la entrada anterior sobre la Splenda).



Por otra parte, a nuestro muy calumniado aceite de coco le han salido defensores. Las investigaciones más recientes están confirmando todo lo contrario de la fructosa: su uso culinario sube el HDL (el llamado colesterol bueno) y reduce la grasa abdominal.

¿Qué tal?

Así que a incrementar el uso del aceite de coco, la pulpa del coco y el agua de coco. Ojalá rescatando viejas recetas de nuestro acervo culinario o creando nuevas delicias para deleite de nuestros paladares. Solo hay que tener en cuenta que los aceites vegetales son buenos para la salud en la medida en que se calientan poco y que estén frescos, ya que un aceite rancio es sumamente nocivo. Por esta última razón se recomienda complementarlos con vitamina E, que es un antioxidante soluble en grasas.

P.D.: el agua de coco es tan buena, que hasta ha sido utilizada como sustituto de la sangre en tranfusiones de emergencia en caso de guerra. Durante la Segunda Guerra mundial salvó muchas vidas. Háganse una idea de qué clase de superalimento estamos hablando.

sábado, 9 de enero de 2010

HIPERACTIVIDAD, AZÚCAR Y GOLOSINAS: UN LLAMADO DE ALERTA




Los adultos hoy en día, hemos adquirido la muy mala costumbre de “premiar” a los niños con dulces y golosinas, también llamadas chucherías; así como hemos perdido la costumbre hogareña de preparar jugos de frutas frescas y los hemos sustituido con jugos envasados o, peor aún, con bebidas gaseosas o refrescos.

Luego nos quejamos de que estos “niños de ahora” son insoportablemente inquietos y a muchos los llevamos al médico o al psicólogo, cuando no al psiquiatra, porque la maestra sospecha que tienen el Síndrome de Falta de Atención y/o Hiperactividad.

Son muchos los trabajos que se han realizado sobre el efecto del azúcar y los colorantes o saborizantes artificiales sobre el cerebro. Por ejemplo, en 1979, en la ciudad de Nueva York se hizo un estudio cambiando la alimentación de los escolares. Tan sólo se eliminó el azúcar y los aditivos alimenticios (colorantes y saborizantes) y se obtuvo una mejoría del 16 % en su capacidad mental. Esto sin tomar en cuenta cambios en el comportamiento y sin mejorar la calidad de los otros alimentos.

En la revista de novedades médicas Lancet, se publicó un artículo que relaciona directamente al colorante amarillo nº 5 (tartrazina) y al benzoato de sodio (conservante) con la hiperactividad.

Sobre este tema el Dr. Benjamin Feingold, alergólogo y pediatra norteamericano, escribió un libro titulado “Porqué su hijo es hiperactivo”, en el cual establece que los colorantes, saborizantes y colorantes artificiales, son cofactores tanto en los problemas de aprendizaje de los niños como los de conducta. Establece además, que existe una conexión del trastorno por déficit de atención con hiperactividad con ciertas alergias e intolerancias alimentarías. Desarrolló una dieta libre de aditivos (colorantes artificiales, potenciadores del sabor, conservantes...) y salicilatos (sustancias similares a la aspirina, presentes en ciertas frutas y verduras). En su opinión, esta dieta podía prevenir ciertas alergias infantiles.

Para su sorpresa –y la de los padres de los niños tratados– muchos de los menores que la siguieron no sólo mejoraron sus síntomas de alergia, sino que experimentaron cambios muy positivos en su comportamiento. Niños problemáticos, inquietos y con escasa capacidad de concentración y atención –signos del trastorno de déficit de atención con hiperactividad–, mejoraban en todos esos parámetros.

Es interesante notar que actualmente el tratamiento de los niños con autismo (los cuales representan el extremo de un gradiente de comportamientos que comienza con la falta de atención) establece como parte imprescindible del tratamiento, seguir una dieta que comienza con la eliminación de colorantes, conservantes, azúcares refinadas, luego eliminar los productos lácteos (caseína), y por último se sugiere la eliminación del gluten (proteína del trigo, contenida en panes, pastas, galletas, biscochos, tortas, bebidas envasadas y muchos alimentos procesados).

Es impresionante constatar la relación existente entre alimentación y conducta.

En vista de todo lo aquí planteado, los adultos debemos reflexionar y antes de darle una “chuchería” o golosina a un niño, mejor entréguele una fruta, a ver si podemos revertir un mal hábito y convertirlo en uno saludable.

viernes, 8 de enero de 2010

20 Secretos para una vida sana


Para dar bienvenida al nuevo año 2010 quiero compartir con Ustedes estos consejos para una vida sana:

1. Se agradecido
2. Procura mejorar la vida de los demás. Las personas sanas son servidoras de los demás, mientras que los enfermos por lo general están centrados en sus enfermedades y sus problemas.
3. Olvida y perdona. Muchos estudios han demostrado que olvidar y perdonar mejoran la salud y ayudan a prevenir cambios bioquímicos en el cuerpo que pueden conducir a las enfermedades.
4. Vive en armonía con lo que te rodea. Se un agente de paz.
5. Aprende a aceptar cualquier decisión que tomes. Lo mejor para la salud es la paz mental. La tranquilidad y la paz sanan.
6. Aprende de tus errores y ayuda a los demás a que hagan lo mismo.
7. No hables acerca de tus infortunios o tus enfermedades. No te hará bien a tí ni a quien te escucha. Deja esa conversación para tu médico o tu asesor de salud. Tampoco caigas en chismes. No le hace bien a tu salud.
8. Ocupa 10 minutos de tu día en reflexionar como ser una mejor persona. Reemplaza pensamientos negativos por pensamientos positivos.
9. Ejercítate diariamente. Podrías caminar 30 minutos todos los días.
10. Toma algo de sol en las horas adecuadas. La vitamina D que se forma en nuestra piel por la exposición a los rayos solares es más importante de lo que habíamos creído para nuestra salud.
11. No fumes ni tomes exceso de alcohol ni cafeína. El cuerpo necesita un esfuerzo adicional para desintoxicarse de su consumo. Esta energía que se desperdicia en desintoxicación podría utilizarse para vivir o para sanar. Evita cualquier cosa que te cree adicción.
12. Siempre que puedas ve a la cama temprano. El descanso es necesario para restaurar el organismo y reparar los tejidos.
13. Escribe tus asuntos pendientes y problemas al finalizar el día. Olvídate de ellos por la noche y retómalos en la mañana después de haber descansado. Tu cuerpo y tu mente estarán en mejores condiciones de buscarles soluciones.
14. Hidrátate lo suficiente tomando agua, jugos o infusiones sin endulzar. La deshidratación pasa desapercibida y es uno de los principales factores de deterioro de la salud. Toma alrededor de 2 litros de agua al día.
15. Elimina el azúcar y las frituras de tu alimentación. Envejecen.
16. Elimina el estreñimiento de tu vida cotidiana. Es otro importante factor de deterioro de salud. Se debe ir al baño por lo menos una vez al día.
17. Medita todos los días. Aumentan las evidencias del poder sanador de la meditación.
18. Aumenta tu consumo diario de frutas y vegetales crudos. Idealmente consume 9 porciones, de colores distintos, al día.
19. Consume diariamente alimentos ricos en Omega 3: pescados, aceite de oliva, nueces, almendras, coco, aguacate, etc.
20. Aprende a controlar el estrés en tu vida. No hay otra cosa que sea más perjudicial para tu salud.